Cómo contabilizar pasivos financieros bajo NIIF

Cómo contabilizar pasivos financieros bajo NIIF: Guía completa paso a paso

¿Qué son los pasivos financieros según las NIIF?

Los pasivos financieros según las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) son obligaciones financieras que una entidad tiene con terceros, las cuales implican la entrega de efectivo u otros activos financieros en el futuro. Estas obligaciones pueden surgir de contratos, acuerdos o transacciones que generan un compromiso para la entidad de pagar o transferir recursos económicos.

De acuerdo con las NIIF, un pasivo financiero incluye deudas como préstamos bancarios, bonos emitidos, cuentas por pagar y otras obligaciones similares. La característica principal es que representan una responsabilidad presente que debe ser reconocida en los estados financieros, reflejando fielmente la situación financiera de la empresa.

Las NIIF establecen criterios específicos para la clasificación y medición de los pasivos financieros, buscando que la información sea transparente y comparable. Por ejemplo, estos pasivos pueden medirse a costo amortizado o a valor razonable con cambios en resultados, dependiendo de la naturaleza del instrumento y del modelo de negocio de la entidad.

Normas clave para contabilizar pasivos financieros bajo NIIF

La contabilización de los pasivos financieros bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) requiere seguir principios específicos que aseguren la correcta presentación y valoración de estas obligaciones. En primer lugar, es fundamental identificar correctamente qué instrumentos financieros se consideran pasivos financieros, los cuales representan una obligación presente de transferir recursos económicos a terceros.

Según las NIIF, los pasivos financieros deben reconocerse inicialmente al valor razonable, generalmente el importe recibido a cambio del instrumento, ajustado por los costos de transacción directamente atribuibles. Posteriormente, la medición puede realizarse a costo amortizado o a valor razonable con cambios en resultados, dependiendo de la clasificación del pasivo y de la estrategia de gestión del riesgo financiero de la entidad.

Además, es importante destacar que las NIIF establecen reglas claras para la contabilización de los intereses y otros costos asociados a los pasivos financieros. Estos deben reconocerse en el estado de resultados utilizando el método del interés efectivo, lo que permite reflejar un coste financiero realista y proporcional durante la vida del pasivo.

Procedimiento paso a paso para contabilizar pasivos financieros

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La contabilización de pasivos financieros requiere un proceso meticuloso para garantizar la correcta presentación en los estados financieros. El primer paso consiste en identificar el tipo de pasivo financiero, ya sea un préstamo, una obligación por pagar o cualquier otro compromiso contractual que genere una obligación de pago futuro. Esta clasificación es esencial para aplicar las normas contables correspondientes.

Una vez identificado el pasivo, el siguiente paso es registrar el valor inicial del pasivo, que generalmente corresponde al valor justo o al importe recibido, descontando los costos directamente atribuibles a la obtención del financiamiento. Este registro inicial debe reflejar con precisión el monto real de la obligación asumida.


Posteriormente, es fundamental realizar la medición posterior del pasivo financiero. Esto implica ajustar el valor del pasivo conforme a la amortización del costo utilizando el método del interés efectivo o aplicando cualquier otro método permitido por la normativa contable vigente. Además, se deben reconocer los intereses devengados y cualquier variación en el valor del pasivo, como diferencias cambiarias o ajustes por costos financieros.

Errores comunes al contabilizar pasivos financieros y cómo evitarlos

Uno de los errores más frecuentes al contabilizar pasivos financieros es la incorrecta clasificación de los mismos. Muchas empresas confunden pasivos corrientes con pasivos no corrientes, lo que puede afectar la presentación de los estados financieros y la interpretación de la situación financiera. Para evitar este error, es fundamental revisar los plazos de vencimiento y las condiciones contractuales, asegurándose de aplicar correctamente los criterios establecidos en las normas contables vigentes.

Otro fallo común es la valoración incorrecta de los pasivos financieros, especialmente en aquellos que incluyen elementos como intereses acumulados o costos de transacción. No reconocer estos componentes puede llevar a subestimar el pasivo real. Para prevenir este error, se recomienda llevar un control detallado de los flujos de efectivo relacionados y utilizar métodos adecuados para calcular el valor presente de las obligaciones.

Además, la falta de documentación adecuada y el registro tardío de los pasivos son errores que pueden generar inconsistencias y problemas en auditorías futuras. Mantener un sistema organizado de registro y actualización periódica de los pasivos financieros es clave para asegurar la precisión en la contabilidad. La implementación de controles internos efectivos ayuda a detectar y corregir estos errores oportunamente.

Ejemplos prácticos de contabilización de pasivos financieros bajo NIIF

La contabilización de pasivos financieros bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) requiere un enfoque detallado y específico para reflejar adecuadamente la realidad económica de las obligaciones. Un ejemplo común es el reconocimiento inicial de un préstamo bancario, que se registra al valor razonable, normalmente el importe recibido, menos los costos de transacción directamente atribuibles.

Otro caso práctico es la contabilización de bonos emitidos por una empresa. Según la NIIF 9, estos deben medirse inicialmente al valor razonable y posteriormente al costo amortizado utilizando el método de la tasa de interés efectiva, lo que permite reconocer los intereses devengados y cualquier diferencia entre el valor nominal y el importe recibido.

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Además, la NIIF establece la necesidad de evaluar si un pasivo financiero debe clasificarse como a valor razonable con cambios en resultados o a costo amortizado. Por ejemplo, los pasivos financieros mantenidos para negociación se valoran a valor razonable, mientras que los préstamos y cuentas por pagar se contabilizan generalmente a costo amortizado. Esta clasificación afecta directamente el reconocimiento de los intereses y las pérdidas o ganancias por cambios en el valor.

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