Cómo preparar el estado de flujos de efectivo indirecto bajo NIIF

Cómo preparar el estado de flujos de efectivo indirecto bajo NIIF: guía paso a paso

¿Qué es el estado de flujos de efectivo indirecto bajo NIIF?

El estado de flujos de efectivo indirecto bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) es un método utilizado para presentar los flujos de efectivo de una empresa a partir de su resultado neto. A diferencia del método directo, que muestra entradas y salidas específicas de efectivo, el método indirecto parte de la utilidad o pérdida neta y ajusta esta cifra por cambios en cuentas del balance que afectan el efectivo, como depreciaciones, provisiones y variaciones en capital de trabajo.

Este enfoque es comúnmente empleado porque facilita la conciliación entre el resultado contable y el efectivo generado o utilizado en las actividades operativas. Bajo NIIF, el estado de flujos de efectivo indirecto debe mostrar claramente los ajustes realizados al resultado neto para reflejar las actividades operativas, además de separar los flujos relacionados con actividades de inversión y financiación.

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Entre los principales ajustes que se realizan en el método indirecto están:

  • Depreciaciones y amortizaciones: gastos no monetarios que se suman al resultado neto.
  • Variaciones en cuentas por cobrar y por pagar: cambios en el capital de trabajo que afectan el efectivo.
  • Ganancias o pérdidas por venta de activos: que deben ser eliminadas del resultado para reflejar el flujo real de efectivo.

En resumen, el estado de flujos de efectivo indirecto bajo NIIF proporciona una visión clara y ajustada del origen y uso del efectivo en una empresa, partiendo de la utilidad contable y adaptándola para mostrar el movimiento real de efectivo durante el periodo.

Pasos para preparar el estado de flujos de efectivo indirecto según NIIF

El método indirecto para preparar el estado de flujos de efectivo según las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) inicia con la utilidad neta del periodo, que se ajusta por partidas que no implican movimientos de efectivo. Esto incluye la eliminación de ingresos y gastos no monetarios, como la depreciación, amortización y provisiones, permitiendo reflejar el flujo real de efectivo generado por las actividades operativas.

Posteriormente, se realizan ajustes adicionales por cambios en las partidas del capital de trabajo, como cuentas por cobrar, inventarios y cuentas por pagar. Estos ajustes son fundamentales para convertir la utilidad neta en el efectivo neto generado o utilizado en las actividades operativas, ya que consideran las variaciones en activos y pasivos corrientes que afectan el efectivo.

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Finalmente, se suman o restan los flujos de efectivo relacionados con actividades de inversión y financiación, que incluyen la compra o venta de activos a largo plazo, préstamos obtenidos o pagados y emisión o recompra de acciones. El resultado final debe reflejar el incremento o disminución neta en el efectivo y equivalentes de efectivo durante el periodo, según lo establecido por las NIIF.

Cómo ajustar el resultado del ejercicio para elaborar el flujo de efectivo indirecto

Para elaborar el flujo de efectivo por el método indirecto, es fundamental partir del resultado del ejercicio y realizar una serie de ajustes que permitan reflejar correctamente las entradas y salidas de efectivo. Estos ajustes se centran en eliminar los efectos contables que no implican movimientos reales de efectivo, como las amortizaciones, provisiones o resultados por venta de activos.

En primer lugar, se debe sumar al resultado del ejercicio los gastos que no implican salida de efectivo, tales como la depreciación o amortización. Estos cargos reducen la utilidad contable, pero no afectan la liquidez, por lo que deben añadirse para obtener el flujo real de efectivo generado por la actividad operativa.

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Por otro lado, es necesario restar los ingresos que no representaron entradas efectivas de dinero, como las ganancias por enajenación de activos fijos. Asimismo, se ajustan las variaciones en las partidas del capital de trabajo, aumentando o disminuyendo el flujo según aumentos o disminuciones en cuentas como clientes, inventarios o proveedores.

Finalmente, estos ajustes permiten convertir el resultado contable en un indicador más fiel del efectivo generado o utilizado por la empresa durante el periodo, facilitando así la elaboración del estado de flujo de efectivo bajo el método indirecto y mejorando el análisis financiero.

Errores comunes al preparar el estado de flujos de efectivo indirecto bajo NIIF y cómo evitarlos

Uno de los errores más frecuentes al preparar el estado de flujos de efectivo por el método indirecto bajo NIIF es la confusión en el ajuste de las partidas no monetarias. Muchas veces, los preparadores omiten ajustar correctamente la utilidad o pérdida neta con elementos como depreciación, amortización y provisiones, lo que distorsiona el flujo neto de efectivo operativo. Para evitar este error, es fundamental revisar cuidadosamente cada partida del resultado del ejercicio y asegurarse de que solo se ajusten aquellas que no representan movimientos reales de efectivo.

Otro error común es la incorrecta clasificación de los flujos de efectivo en actividades operativas, de inversión o financiación. Bajo NIIF, es esencial identificar correctamente el origen y naturaleza de cada flujo para cumplir con los requisitos normativos. Por ejemplo, algunos gastos financieros pueden confundirse con actividades operativas cuando deben clasificarse como actividades de financiación. La recomendación es utilizar un cuadro detallado que permita asignar cada transacción a la categoría adecuada, facilitando así una presentación transparente y conforme a las normas.

Finalmente, un problema recurrente es la falta de conciliación entre el estado de resultados y el flujo de efectivo. Esto ocurre cuando no se verifica que las cifras ajustadas en el método indirecto correspondan con los datos contables y bancarios reales, lo que puede generar inconsistencias y dudas en los usuarios del estado financiero. Para prevenirlo, se debe realizar una revisión exhaustiva de los movimientos contables y bancarios, y emplear herramientas de conciliación que aseguren la coherencia entre los informes.

Ejemplo práctico de estado de flujos de efectivo indirecto bajo NIIF

El método indirecto para elaborar el estado de flujos de efectivo bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) parte del resultado neto del período, ajustándolo por partidas que no implican movimientos de efectivo y por los cambios en el capital de trabajo. Este enfoque es ampliamente utilizado porque facilita la conciliación entre la utilidad contable y el efectivo generado o utilizado en las operaciones.


Para ilustrar este método, se comienza con la utilidad neta del ejercicio, a la cual se suman las partidas como la depreciación, amortización y provisiones, que afectan el resultado pero no implican salida de efectivo. Posteriormente, se ajustan las variaciones en cuentas por cobrar, inventarios y cuentas por pagar, reflejando el impacto de las operaciones comerciales en el efectivo disponible.

En un ejemplo práctico, supongamos que una empresa reporta una utilidad neta de $50,000. Se adicionan $10,000 por depreciación y se resta un incremento en cuentas por cobrar de $5,000. De esta manera, el flujo neto de efectivo proveniente de actividades operativas se calcula ajustando la utilidad neta con estas partidas, conforme a los lineamientos de las NIIF.

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